El Niño y el cambio climático: Récord de calentamiento y sequía en la selva del Amazonas

El estudio observó cómo el impacto del calentamiento global y el fenómeno de El Niño ha afectado la zona ecuatorial, haciendo que la selva amazónica esté alcanzando las mayores temperaturas y zonas de sequía en los últimos cuarenta años, y probablemente en el último siglo.

Selva del Amazonas
Un estudio reciente reveló la influencia que han tenido el fenómeno ‘El Niño’ y el cambio climático sobre los bosques amazónicos. Algunos de los signos más evidentes del efecto sobre la ecología de esta selva son extrema sequía y cambios de distribución espacial de algunas zonas.
El estudio, liderado por investigadores del Laboratorio de Procesado de Imágenes (IPL-Parc Científic) de la Unidad de Cambio Global de la Universitat de València, fue publicado en Nature – Scientific Reports.
‘El Niño’ es un fenómeno climático que implica un calentamiento anómalo en la región ecuatorial del océano Pacífico, y que se manifiesta en ciclos de tres a cinco años. Es uno de los principales modos de variabilidad climática, y aunque sus consecuencias se reflejan a nivel global, es en los bosques tropicales, especialmente en la selva del Amazonas, donde la ciencia pone especial interés, puesto que este ecosistema es reconocido como uno de los sumideros más importantes de carbono del mundo.
En los eventos climáticos de 1982/83 y 1997/98, la magnitud de El Niño traspasó lo conocido. En 2014 se alertó de la posibilidad de un episodio particularmente intenso, similar al de 1997/98, pero en la práctica no fue así. Sin embargo en 2015 las condiciones se reactivaron, dando lugar al fenómeno extremo de 2015/16, cuyos efectos han sido incluso mayores, informa Ncyt.
El trabajo realizado por los investigadores muestra cómo el fenómeno reciente se asocia a un calentamiento de los bosques amazónicos que no se había observado anteriormente, alcanzando las mayores temperaturas en los últimos cuarenta años, y probablemente en el último siglo. La sequía extrema también presentó mayores extensiones.
El estudio también revela cambios en la distribución espacial de las zonas de sequía, con condiciones más húmedas de lo normal al suroeste de la Amazonía y otras extremadamente secas al noroeste. Esto ya había ocurrido en 2009/2010, pero con no con la misma intensidad.
Los investigadores explican que este hecho, no observado en las dos últimas apariciones del fenómeno, explica que cuando hay un excesivo aumento de las temperaturas en la zona central del Pacífico ecuatorial –donde el fenómeno se conoce como ‘Niño Modoki’– la distribución cambia y se producen diferencias bien marcadas entre las zonas húmedas y las zonas de sequía.
El mayor impacto de estas condiciones de sequía extrema sobre los bosques tropicales ocurre porque disminuye la absorción de CO2 de la atmósfera, y por el aumento de los incendios forestales y la consiguiente pérdida de biomasa.

El Ciudadano - Imagen: La imagen muestra el aumento de temperaturas en la zona ecuatorial. Universitat de València

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