Ecuador: Feria de las Utopías, el sueño de vivir sin extractivismo



Bicimáquinas, biodigestores, arte gráfico, robots de material reciclado, productos agroecológicos, medicina natural ancestral y artesanía son algunas de las alternativas y proyectos que se presentaron el pasado fin de semana en el Parque Urbano Cumandá de Quito. La Feria de las Utopías nació de la Campaña Amazonía por la Vida y surgió con la propuesta de dejar el petróleo bajo tierra en el Yasuní. “La Feria se da como una iniciativa para ir a los territorios, incluida las zonas urbanas, para saber qué pueblos, qué personas, qué comunidades, o qué organizaciones están haciendo propuestas, formas de vida, inventivas, que apoyen a la utopía de vivir sin petróleo”, explica Gabriela Ruales, integrante de la Campaña. “Aunque ahora ya es la utopía de vivir sin extractivismo. Primero fue la utopía de vivir sin petróleo, pero dada la arremetida extractivista que está teniendo el país, lo ampliamos al extractivismo”, añade. 
Esta séptima edición contó con la participación de una treintena de feriantes, además de una selección de videos sobre la temática extractivista, una exposición titulada “Arte por el Yasuní”, una radio en vivo, la realización de un mural, y actividades musicales y teatrales. 

La minería ha llegado a Quito 
Durante estos dos días de feria se dio una especial atención a la campaña “Un Pacto por la Vida”, difundiendo los resultados de la consulta comunitaria de buena fe que se realizó en la parroquia de Pacto, provincia de Pichincha, el pasado 12 de abril. El 92% de los votantes apostaron por un Pacto sin minería. Desde esta Parroquia llegó Sergio Basantes, presidente de una asociación de turismo comunitario, que considera que lo más importante de este espacio es que todo es amigable con la naturaleza. “Como alternativa nosotros hemos traído lo que es turismo comunitario, jabones ecológicos, artesanías y productos de la zona como plátano, yuca, naranjas. Eso es lo que tratamos de mostrarle a la gente quiteña para que ellos también se apropien de lo nuestro”, afirma Sergio. 
También de Pacto es Carlos Rodríguez, que vende jugo de caña y cañitas peladas que muele in situ en un trapiche con la ayuda de su hijo. “Yo he participado en otras ediciones y lo más importante es que nos permite salir a trabajar y demostrar nuestras habilidades. Lo que solicito es que las autoridades ayuden y colaboren para la gente del campo. Nosotros también somos del pueblo”, explica. 
Una Feria para proponer cambios 
Cristina Daza, nos habla desde el stand de la organización Ser + animal. “Lo que destacaría de la Feria es que se trata de una alternativa para proponer cambios, que son alternativas reales, que realmente es posible. Además podemos hablar sobre el estado de conciencia ambiental y global que debemos tener como seres humanos, y esto hace que estemos ya en una sociedad que busca algo distinto”. 
“El veganismo es un estilo de vida totalmente libre de crueldad, entre las cuales nosotras difundimos el vegetarianismo estricto. Esto implica no comer nada que provenga de animales, no asistimos a ningún espectáculo que abuse de animales y tampoco usamos ropa, cosméticos, ni cremas que tenga algún derivado animal. Además, promovemos concursos de cocina y cenas”, explica Gaby Zapata de la organización Libera. En estos días de feria ofrecen un queso tipo cheddar de almendras, pastel de chocolate sin leche ni huevos y pinchos completamente vegetarianos. 
Cacao criollo fino de aroma, chocolate, mandarinas, cardamomo y un poco de artesanía es lo que han traído desde la región de la costa la Unión de Organizaciones Campesinas de Esmeraldas (UOCE), integrada por treinta organizaciones. Nancy Bedón, una de sus integrantes, asegura que lo que más le gusta de este espacio es ver la diversidad que existe entre los productores agroecológicos y encontrarse con nuevos compañeros. “Más que la venta, es explicar a la gente que nos visita que nosotros, como productores agroecológicos, estamos haciendo un esfuerzo por mantener nuestras fincas diversas y los productos limpios”. 
Cocinas solares, biodigestores y un buen ceviche 
Alicia Franco promociona dos cocinas solares, una que es un panel solar hecho de cartón y panel aluminio, y otra un poco más compleja pero más rápida y que funciona como un horno. Está compuesta por un vidrio en la parte de arriba y en la base tiene una placa de metal que calienta la olla. “En cualquiera de los dos sistemas lo esencial es tener sol. No reemplaza a la cocina rápida a la que estamos acostumbrados, pero tiene muchas ventajas ya que cocina los alimentos de manera lenta haciendo que conserve todas las propiedades, y hace que sea muy saludable la comida”. 
Robinson Guachagmira, que procede de la zona de Íntag y es impulsor de Mundointag, comparte la mesa con Lider Góngora, del Centro Martín Pescador, que ofrece un poco de ceviche para que los visitantes degusten camarón recogido ancestralmente por las comunidades. “Estos días son especiales para todos los campesinos, pescadores, recolectores, artesanos que nos juntamos alrededor de un espacio que trata de mostrar las alternativas a esa otra forma de mirar el mundo. Nos encontramos aquí en ese intercambio de saberes, de conocimientos”, reflexiona Líder. 
Por su parte, Robinson trabaja con biodigestores. “Básicamente esta tecnología parte de la descomposición de desechos orgánicos, solamente que le damos una condición de descomposición anaeróbica, lo que permite que se genere gas metano. Cumplimos con la función de capturar este gas que se convierte en combustible y además con la mezcla de agua y estiércol se convierte en nutrientes que nuevamente pueden fertilizar el suelo”, explica Robinson. Ya cuentan con 40 biodigestores instalados a familias en la zona de Íntag y ahora se está expandiendo entre propietarios de pequeñas granjas de producción porcina, en zonas cerca de Ibarra y Esmeraldas. 
El reto de una mayor difusión 
Juan Chica es un visitante de 17 años y la Feria le ha parecido una propuesta excelente porque apoya otro tipo de visión en el ámbito alimenticio. “Aunque lo que más me ha interesado es la comida alternativa, cómo la perspectiva de comer carne nos está matando a nosotros y a los animales. Es una forma más sana ser vegano, no hacer daño a los animales”, reflexiona con mirada pensativa. “La Feria es una buena propuesta y la deberían seguir implementando en otros lugares y hacer una mayor difusión para que venga más gente”, finaliza. 
La misma opinión sobre fomentar más este tipo de iniciativas y que llegue a más personas la tiene Paulina Olmedo, otra visitante que se ha quedado encantada con iniciativas que no pensaba que existían. “Es muy interesante, tiene cosas muy novedosas y precios accesibles. Es importante compartir esto con la gente”.

La Línea de Fuego. Orlan Cazorla (@orlancazorla) es periodista freelance en América Latina. Autor de www.orlancazorla.net

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