Brasil sufre su peor sequía en 80 años


Tras Sao Paulo, las restricciones de agua y energía llegaron a Minas Gerais y Río de Janeiro. Las reservas de agua en Río están al 0%, una “situación crítica” según una autoridad de Minas.

Brasil sufre la peor sequía en 80 años. Las reservas de agua para la electricidad están sólo al 17%, por lo que los estados del país han preparado un plan de restricciones de agua, como ya han hecho Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro.
Con más de 11 millones de habitantes, Sao Paulo es la ciudad más poblada de Brasil y el centro económico del país. Sin embargo, funcionarios de alto nivel informaron que los residentes podrían pronto ser evacuados porque no hay suficiente agua, para bañarse o para limpiar casas.
La presidenta de la estatal Copasa ha asegurado que en Minas Gerais la “situación es crítica” porque el estado se puede quedar sin agua en tan sólo cuatro meses si no llueve antes y si la población no disminuye el consumo en un 30%. En caso de continuar el actual consumo, en pocos meses no habrá agua.
Desde el Gobierno, a través del representante de Medio Ambiente en Río de Janeiro, ha asegurado que se trata de la peor sequía de los últimos 80 años, según dijo en una entrevista a TV Globo.
Y es que, el nivel de la reserva Paraibuna, la mayor de las que aprovisionan Río, ha llegado a volumen cero por primera vez en su historia. El gobernador de Río, Luiz Fernando Pezão, ha pedido a la ciudadanía que economice al máximo el consumo de agua.
La ministra brasileña del Ambiente, Izabella Teixeira, aseguró que los tres estados más poblados del país están enfrentando la peor sequía desde 1930.
Al culminar una reunión de emergencia en la capital, Brasilia, Teixeira pidió a la población de Sao Paulo, Río de Janeiro y Minas Gerais ahorrar agua y dijo que la situación era “delicada y preocupante”.
Pero los críticos culpan a la mala planificación y políticas no adecuadas que han empeorado la situación. Opositores políticos dicen que las autoridades estatales no respondieron lo suficientemente rápido a la crisis.
Decenas de municipalidades ya han comenzado a racionar el líquido.
Se prevé que la situación actual afecte la industria y la agricultura del país, lo que podría tener un impacto potencial en la golpeada economía de Brasil.
La sequía también está afectando el suministro de energía y ha reducido la capacidad de las represas hidroeléctricas que abastecen gran parte de la región.
El ministro de Energía, Eduardo Braga, ha asegurado que el país se enfrenta a “problemas graves” del suministro de energía, si las reservas bajan del 10%.
Los expertos han asociado la crisis del agua en Brasil con el cambio climático y la deforestación en la Amazonía, dos cuestiones que reducen drásticamente la liberación de miles de millones de litros de agua en la atmósfera por los árboles de la selva, ocasionando disminución de las precipitaciones en el sur.

Fuente | Agencias

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