Descontento con la sentencia del primer juicio por fumigaciones en Argentina



El proceso judicial que se inició en junio llegó a su fin. Hoy por la tarde el Tribunal de la Camara del crimen de Cordoba dicto la sentencia a los productores por contaminación con agroquimicos. El tribunal de la Cámara del Crimen de Córdoba emitió sentencia con dos condenas y una absolución, en el marco del juicio que se sigue a tres acusados de contaminar, mediante el uso de agroquímicos como glifosato y endosulfan, nocivos para la salud de las personas. La sentencia,dada a conocer este martes, condena a tres años de prisión condicional al productor Francisco Parra y al pilotor fumigador Edgardo Jorge Pancello, en tanto absuelve de los cargos al otro propietario del campo, Jorge Alberto Gabrielli, juzgados por contaminar con agroquímicos, mediante fumigaciones clandestinas en sembradíos de soja, zonas cercanas al barrio capitalino de Ituzaingó y alrededores.
Temprano, Martín Fresneda, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, acompañó a los pobladores que esperaban el fallo en la puerta del juzgado y manifestó que “los agroquímicos pueden utilizarse siempre y cuando se respetan las dimensiones y los lugares en donde conviven la sociedad, la comunidad”, al tiempo que añadió que “siempre hay que mejorar las condiciones normativas para regular la actividad en función de estos nuevos tiempos, en función de la vida agropecuaria e industrial y de la comunidad”. El juicio y su sentenica fueron el resultado de más de 10 años de reclamos y luchas. La causa que devino en el primer juicio por fumigaciones de la historia argentina. Barrio Ituzaingó Anexo es una zona de la ciudad de Córdoba caracterizada por la presencia de un número elevado de vecinos enfermos por patologías de causa ambiental. Son aproximadamente 5000 personas, que habitan 1200 viviendas en 30 manzanas. Limita al norte con una zona industrial de la que se separa por la ruta a Capilla de los Remedios y al oeste con barrio Ituzaingó y los Eucaliptos. Colinda a su vez con áreas rurales al norte, este y sur. A fines del año 2001, un grupo de madres comienzan a preocuparse por la salud del barrio al advertir la frecuencia inusual de mujeres con pañuelos en la cabeza y niños con barbijo. Se generaron reclamos a las autoridades para el análisis de las enfermedades y de los posibles contaminantes. Esos reclamos derivaron en un proceso atravesado por disputas políticas partidarias entre el Gobierno provincial en manos del PJ y la municipalidad de la ciudad en manos de la oposición y finalmente al juicio que comenzo en junio de este año y que hoy llego a su fin.


Para mas información sobre la causa visitar www.juicioalafumigacion.com.ar Fuente: Noticias Terra
------------------------------------------------------------------------------

Una larga espera que terminó en dolor y bronca
Organizaciones y manifestantes esperaron afuera de Tribunales II desde temprano. Las Madres de Ituzaingó repudiaron la decisión de la Justicia.
Hubo olla popular, un avioncito fumigador de cartón, un altar improvisado para la Pachamama, algunas máscaras antigas y dibujos en el asfalto. Algunos manifestaron estuvieron ahí desde la noche anterior, otros llegaron con el sol de la siesta. Cuando el cuarto intermedio del tribunal ya llevaba cuatro horas, cerca de 200 personas esperaban en Artigas y Fructuoso Rivera, sabiendo que era mejor armarse de paciencia. La sentencia podía llegar tarde.
Quien no podía ocultar sus nervios era Marta Ades, una de las madres de Ituzaingó. “Hay miedo. Estas son cosas que duelen. Hace 15 años que dejé mi casa en el barrio”, decía con los ojos llenos de lágrimas. Frente al vallado de Tribunales, los jóvenes fueron mayoría. Algunos intentaron amenizar la espera con música y baile. También hubo lugar para el teatro. Algunas personas vestidas de fumigadores aparecieron para “castigar” los campos con agroquímicos, mientras un hombre disfrazado de soldado sostenía un cartel con la frase “En pie de guerra por la vida”.
Antes de conocerse la sentencia, Marcos Tomasoni, del Colectivo Paren de Fumigar, intentó resaltar la importancia de haber llegado a la instancia de juicio, más allá de la decisión de los jueces. “Hemos dado un paso importante en demostrar la penalidad de la contaminación en base a agroquímicos. Esto quedará como antecedente”, dijo.
Pasadas las 15, la presencia policial se acentúo, y entonces se hizo más notorio el temor de las organizaciones a una sentencia adversa a sus expectativas.
Cautela y dolor. Cuando comenzó a sentirse la cercanía de la resolución, los manifestantes hicieron una ronda y cantaron el Himno. Luego, el silencio fue total. Tras escucharse las condenas de dos de los acusados, estallaron los aplausos. Algunos, sin embargo, eligieron la cautela y recibieron el veredicto con más dudas que certezas. "Era lo mínimo que podía suceder", sostuvo Graciela Albarenque, directora de Teatro.
La salida de las madres de Ituzaingó de la sala de audiencias acalló todos los cánticos. “Tenía confianza de que iba a salir algo positivo pero no. ¿Cómo le explico a mi hija? Es ella la que sufrió”, decía Norma Herrera, sin poder contener el llanto.
Sofía Gatica, referente de la lucha en Ituzaingó, también expresó su dolor y la bronca:  “Queríamos que vayan presos, no que queden libres. No van a reparar el daño que han hecho. A ninguno de nuestros vecinos le van a devolver la salud”.
La noche siguió con los manifestantes afuera de Tribunales acompañando el dolor de las madres. Lo hicieron entonando cánticos contra Monsanto,levantando distintas banderas a favor del ambiente y tratando de rescatar lo positivo que dejó el juicio. "Esto es sólo la punta del iceberg", sostuvo Adriana del Pino, de Córdoba Ciudad Despierta.
Fuente: http://www.lavoz.com.ar

Entradas populares de este blog

Científicos declaran oficialmente el fluoruro (flúor) como una neurotoxina

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Japón decidió deshacerse de todos los hornos de microondas en el país antes de finales de este año