Necesitamos urgentemente el afecto social, cultural y ecológico






Juan Pablo Orrego. Presidente de Ecosistemas. Coordinador Internacional del Consejo de Defensa de la Patagonia

No necesitamos redescubrir la rueda ni el fuego respecto a cómo lograr la sustentabilidad. Muchos de los valores para lograr la sustentabilidad comunitaria y ecológica, practicados por muchos pueblos a lo largo de la historia de la humanidad, son plenamente aplicables hoy en las sociedades modernas. En muchos casos, utilizarlos implica cambios significativos, tanto estructurales, como conductuales, pero a estas alturas es evidente que el imperativo de desarrollar sociedades más justas y equilibradas, así como genuinamente sustentables en lo ecológico, exige transformaciones profundas.
En vez de temerla, debiéramos encarar esta necesaria transformación como un bello desafío que ofrece infinitas oportunidades de verdadero desarrollo, innovación, cooperación, creatividad… ¿Cuales serían, muy someramente, algunos de estos valores y prácticas?:
La comunidad. Necesitamos transformar a Chile S.A. en una comunidad basada en la reciprocidad, la solidaridad y el servicio. Esto no es utopía. Es absolutamente factible. Ha sido y es practicado por muchas comunidades humanas.
La autosuficiencia. No hay “ventaja comparativa” superior. Un país autosuficiente en términos de necesidades básicas de su población es mucho más resiliente ante cualquier tipo de fluctuación, ya sea del mercado global, o relacionada con eventos naturales catastróficos. Desarrollar una agricultura orgánica diversificada a lo largo de todo un país sólo aporta beneficios. Crea simultáneamente un mercado interno que mejora la salud y la calidad de vida de la población y un mercado externo de productos exportables de alta calidad. La agricultura orgánica, así como la biodinámica, y la natural, son esencialmente sustentables. No sólo no degradan el medio ambiente, sino que lo enriquecen.
La descentralización. La autosuficiencia sólo puede darse con la diseminación territorial que siempre han practicado los pueblos arraigados. Esto, en lenguaje moderno, se llama descentralización, desarrollo local, comunal, regional… el micro desarrollo, la micro economía. Necesitamos imperiosamente que se fomente, sin escatimar recursos, el mundo rural, campesino e indígena. Este es el verdadero piso, los cimientos de una nación, la infraestructura básica. Esto implica fomentar la diversidad de las economías locales a lo largo del territorio. Descubrir y cultivar potenciales regionales y locales. Los pueblos arraigados y los campesinos nos han demostrado que con la actitud y el conocimiento adecuado, con las tecnologías apropiadas, así como con el apoyo de una comunidad solidaria, se pueden utilizar todos los “nichos” que entrega un territorio; se pueden habitar y usar sustentablemente todos los ecosistemas, hasta los que parecen más hostiles: zonas áridas, zonas gélidas, selvas, alturas…
La descentralización real desconcentra el poder político, así como los recursos, tanto materiales como culturales, contribuyendo a una estructura social horizontal versus la estructura verticalizada, piramidal del Chile actual, y de la mayoría de los países del mundo, que es la causa principal de los graves problemas que nos aquejan. Del mismo modo, se desconcentra la basura, el esmog y otros impactos que llegan a ser problema por su magnitud o escala, es decir, cuando sobrepasan los umbrales de asimilación de un ecosistema, zona, cuenca, localidad o región.
Para lograr la sustentabilidad social y ecológica en Chile necesitamos generar un círculo virtuoso. Necesitamos urgentemente un país pacífico, en paz consigo mismo, dónde no exista la pobreza, ni la delincuencia que es su consecuencia; un país hospitalario, empapado de cultura y arte; limpio, bello, lo más rico posible en recursos naturales… ¿Utopía irrealizable? No. Absolutamente factible en el mediano plazo si la comunidad nacional se pone la meta, y a desear este cambio y a trabajar como un todo para lograrlo. El problema, por supuesto, son las inercias: la Constitución y muchas leyes complementarias, los poderes fácticos monopólicos, los daños socioculturales y ecológicos infligidos. Pero todo esto puede ser revertido y restaurado mucho más velozmente de lo que nos han hecho creer.
La comunidad nacional necesita un profundo proceso de reconocimiento, de autoanálisis y autocrítica, de consulta, y de participación ciudadana, así como de diversas “reparaciones” que enderecen el rumbo de la sociedad chilena, y comiencen un proceso de sanación. Necesitamos que este “Chile que queremos” sea un proyecto nacional, transversal, consensuado, y que la comunidad en su conjunto trabaje por hacerlo realidad. Necesitamos urgentemente que nuestra patria nos dé, que nos demos el afecto social, cultural y ecológico que requerimos y merecemos.
eldivisadero.cl
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Rosa Pesutic, presidenta regional del Colegio de Profesores ante recolección de firmas para referendum sobre represas.
“Si hay un plebiscito la ciudadanía se manifestará en contra de la posición mercantilista”
·       La dirigenta expresó que “cualquier manifestación democrática debe ser respaldada por la ciudadanía.  Y no hay nada más democrático que decidir los ciudadanos, libremente, qué es lo que quieren”.
·       En su opinión “el tema en la educación pública, el de no a mega represas que significan destruir nuestros ambientes naturales y destruir la cultura local son temas que la ciudadanía los siente como propios”.

El Colegio de Profesores de Chile ha sido protagonista, junto a los estudiantes secundarios y de la educación superior, en las grandes movilizaciones que se han generado en las últimas semanas pidiendo una trasformación profunda a la gestión de la enseñanza formal en el país, efervescencia que ha complicado, junto a la que se dio con HidroAysén y a las exigencias por mayor igualdad, al Gobierno de Sebastián Piñera.  Para muchos, el clamor ciudadano nace del descontento de los chilenos no sólo con el modelo socioeconómico neoliberal sino con la forma de representación política, análisis que es coherente con alto nivel de desaprobación alcanzado en las últimas encuestas por todos los conglomerados partidistas.
Es en este contexto que el gremio ha salido a respaldar la realización de plebiscitos comunales para que los ayseninos den su opinión sobre los proyectos de represas y tendido eléctrico en Aysén, que pretenden construir HidroAysén y Energía Austral.  “Lo que pensamos como Colegio de Profesores es que cualquier manifestación democrática debe ser respaldada por la ciudadanía.  Y no hay nada más democrático que decidir los ciudadanos, libremente, qué es lo que quieren, qué es lo que desean, qué es a lo que aspiran como personas para vivir en un mejor país” señaló al respecto la presidenta regional de la orden, Rosa Pesutic.   La dirigenta destacó en forma especial que esta convocatoria nazca desde la propia gente, que “es el ideal, porque eso está demostrando que la fuerza nace de quienes realmente quieren los cambios”.
Sobre la inconveniencia que han expresado algunos de pasar de una democracia representativa a una participativa, con mayor involucramiento ciudadano a nivel decisional, Pesutic indicó que “yo miro con envidia esos países donde el pueblo puede plebiscitar todo.  Qué tipo de educación quiere, si quiere o no que las aguas sean del Estado, si quieren que las cosas básicas del país pertenezcan a Estado o se negocien en el mercado”.  Y concluyó: “Yo creo que el tema en la educación pública, el de no a mega represas que significan destruir nuestros ambientes naturales y destruir la cultura local son temas que la ciudadanía los siente como propios, y si hay un plebiscito yo aseguro que la ciudadanía va a manifestarse en contra de toda posición mercantilista”.
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Por Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida

El presidente regional de la Democracia Cristiana, Carlos Torres, se sumó a las voces de organizaciones que en diversas comunas de la Región de Aysén están llamando a firmar para convocar a plebiscitos sobre materias vinculadas a las represas y tendido eléctrico que HidroAysén y Energía Austral pretenden instalar en la zona. “Como partido, desde el inicio de esta gran movilización, planteamos que lo más importante era que la gente se pronuncie y participe en ese sentido, cualquiera sean las alternativas de consulta que se pudiesen generar” expresó el dirigente político, quien recordó que incluso el senador su partido en la región, Patricio Walker, ha sido impulsor del referendum como mecanismo de consulta vinculante sobre este tipo de proyectos. “Hoy día necesitamos más reformas que puedan colaborar con la realización de plebiscitos sobre temas trascendentes de nivel local o nacional, y eso es algo que distintos senadores de la Concertación, específicamente de la Democracia Cristiana, están haciendo” señaló. Agregó que en este caso en particular “es una inicativa que viene de la ciudadanía y nosotros no podemos menos que sumarnos a ella y convocar a toda la gente que quiera manifestar su opinión, independiente de cuál sea. Lo más importante es que la gente pueda participar en un proceso democrático nacido desde la ciudadanía y manifieste su opinión en las urnas sobre cuál cree que debe ser el destino de la Patagonia”.

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