NO a las represas en la Patagonia: LA OTRA ADVERTENCIA.  DEL CACHET 2


Por: Peter Hartmann, Coordinador Coalición Ciudadana por Aisén Reserva de Vida
 
Llevo un lote de días revisando el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), del mega proyecto “Centrales Hidroeléctricas de Aysén”.  Llevo también, en consecuencia, un lote de noches de insomnio y pesadillas.  Y no es para menos, porque este EIA produce su propio impacto. Por lo que he sabido no soy el único revisor afectado en el alma, como diría un amigo. Me he pasado un lote de horas buscando en ese EIA alguna frase sobre desprendimientos de glaciares, rupturas de morrenas conteniendo lagos, tsunamis ocasionados por derrumbes en masa, eventos como el vaciamiento del Lago Cachet 2, y nada…  Ya el área de influencia directa y de estudio lo circunscriben sólo a donde estarían las obras, instalaciones y embalses del proyecto, por tanto lo que hay un poco más allá -o lo que pueda afectar a los que están más allá- parece no importar mayormente. Así llegamos al día de la entrega de observaciones de los servicios públicos revisores, y mientras leo el reclamo del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) sobre la no consideración de lo ocurrido con el Lago Cachet 2 en mayo pasado, me entero que ese lago, cual “téngase presente”, nuevamente había hecho de las suyas, inundando los valles del Colonia y Baker. Recuerdo que cuando niño la primera imagen que vi del río Baker fue en mi atlas escolar y se trataba de una extraña inundación provocada por un misterioso crecimiento del río Colonia en los años 70. El padre Porfirio Díaz que es oriundo de por ahí, también recuerda bien el episodio, con vacas colgando de los árboles inclusive. O sea, esas inundaciones de millones de metros cúbicos de agua fría son recurrentes y dicen que con el calentamiento global se están volviendo mas frecuentes. Y el Cachet 2 no es la única causal de crecidas catastróficas por ahí.  Sin ir mas lejos, ni hacer mayores averiguaciones, puedo consignar los aluviones en el río Soler y lago Plomo de fines de los 80 y del Ñadis en 1991(según nos comunicó la geóloga Silvia Metzeltin en su reporte “Estero Las Lengas”de 1998) por rotura de diques morrénicos de lagunas producto del retroceso de los hielos, ubicadas en los nacimientos de esos ríos. Y no son las únicas de ese tipo que hay por ahí, de hecho Metzeltin menciona el peligro del Glaciar Calluqueo (Río Del Salto). Así como el EIA olvidó estos fenómenos naturales, tampoco logra dejar en claro la inexistencia de un volcán en el Campo de Hielos Norte, de las consecuencias de sismos (de hecho el Sernageomin les observa dudas sobre la consistencia geológica en los sectores de sus represas Baker 1 y Pascua 2.2) y dudo que se hayan acordado que los embalses inciden en la sismicidad. Con estos avisitos del Cachet 2, de los sismos del fiordo Aisén y del volcán Chaitén, da la impresión que los mega arrogantes harían bien en darse por enterados que meterse en lugares desconocidos, altamente dinámicos por estar aun en formación, tiene un alto riesgo. También para quienes tendríamos que sufrir las consecuencias.
 

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